Reonda

Horario

Martes a viernes: 16:30h a 20:00h
Sábado y domingo: 11:00h a 14:00h y 16:30h a 20:00h

Emplazamiento
Instalación
Equipo Creativo
Audioguías

La aproximación al proyecto parte de intentar comprender la historia y la complejidad de este territorio, trabajar con la atmósfera de esta zona del valle de Turón y proponer una actuación comprometida con la sostenibilidad, proponiendo una actuación que imagina un futuro que surge de diversos pasados del lugar.

El nuevo recorrido propuesto va guiando al visitante por los diferentes lugares de trabajo de la mina. Se comienza en la explanada sobre la subplanta que conecta los castilletes de los pozos, salas de máquinas y ventilación, así como la antigua sala de máquinas transformada en Museo.

Se reabre al público, temporalmente, la pasarela que conecta este espacio con la explanada donde se cargaba el carbón. Este espacio, recabado de la montaña y construido sobre un imponente muro de piedra en la orilla sur del río Turón, forma un balcón que permite contemplar en su conjunto las instalaciones del pozo. La horizontalidad y vegetación de este espacio contrasta con la fuerte pendiente y el exuberante bosque maduro de la montaña.

Un camino, construido a partir de la limpieza cuidadosa de la vegetación, permite redescubrir las vías antiguas que ocupaban este espacio y llevaban el carbón a las tolvas. Se desciende hacia el oeste, entendiendo los márgenes del canal en piedra del río donde había accesos a la subplanta y por donde circulaba el tren de vía estrecha que conectaba las principales instalaciones mineras del valle para cruzar finalmente a la Plaza de la Madera, pasar por el exterior del Economato y volver a subir por las antiguas escalinatas entre este espacio y la explanada.

Se busca mantener en la memoria los diferentes trabajadores y sus oficios, así como la magnitud del complejo minero.

El pabellón se sitúa en la explanada de carga. Es una estructura en madera circular ligera, inspirada en construcciones industriales como las tolvas, los castilletes o los puentes del tren. Se limpia un camino mínimo sobre la losa de hormigón que cubre el suelo, habitada por plantas pioneras.

La estructura se pinta con una pintura negra mate con pigmento a partir hulla, elaborado por nosotros. Esta pintura tiene un negro mate puro que absorbe la luz en su totalidad.

Su aspecto industrial cambia una vez el visitante entra dentro y descubre un paisaje sobre el plano interior del techo hecho partir de “tapinos” recortados de la propia explanada. Esta cubierta se inspira en las cubiertas vegetales tradicionales en Asturias, en particular en las de “tapín” que estuvieron presentes en muchas zonas del Principado incluido el Concejo de Mieres. Este “jardín elevado” permite reflexionar, por un lado, sobre la potencialidad de técnicas locales constructivas o de manejo del territorio preindustriales y elevar la riqueza de paisaje postindustrial que está renaturalizando el entorno del pozo generando un nuevo paisaje rico en biodiversidad y tolerante a las nuevas condiciones climáticas.

Dentro del pabellón un banco circular, protegido del sol permite descansar y contemplar un suelo negro, a base de carbón, donde una pequeña lámina de agua refleja la luz no permitiendo al observador comprender su profundidad, del mismo modo que somos incapaces de comprender la escala y la profundidad del pozo.

© Fotos: Andrés Fraga